¿Un proyecto de reforma emocional?.-
En el año 1995, Daniel Goleman publicó el libro denominado “Inteligencia emocional” que trastocó profundamente el concepto clásico de inteligencia y tuvo una gran repercusión a nivel mundial. Goleman, definió la inteligencia emocional como “la capacidad de reconocer nuestros propios sentimientos y los de los demás, de motivarnos a nosotros mismos y de manejar adecuadamente las relaciones, como la capacidad de empatizar y confiar en los demás”. A partir de entonces la influencia del término emocional en la sociedad fue clara y manifiesta.
Ahora bien, ¿cómo podemos aplicar lo emocional a un proyecto de reforma?, ¿cómo influye el término emocional en un proyecto de reforma? o mejor dicho ¿cuáles son los aspectos fundamentales que condicionan las emociones en un proyecto?.
Pues bien, antes de iniciar cualquier proyecto de reforma, debemos de fijarnos una serie de objetivos, como son la funcionalidad, la estética, el estilo, el cumplimiento de la normativa existente en el ámbito de la edificación, la sostenibilidad, la eficiencia, la economía, etc. Estos objetivos son primordiales, si queremos que nuestra reforma cumpla con las expectativas que nuestro cliente nos demanda. Sin embargo, desde un punto de vista emocional, habrá que hacer un esfuerzo añadido para llegar a entender cuales son los gustos que despiertan emociones positivas en nuestro cliente.
Definiremos proyecto de reforma emocional, aquel que nos predispone a emociones de caracter positivo y a sentirnos plenamente identificado con él. Para ello, tendremos que tener presentes, una serie de aspectos que serán determinantes en el ámbito emocional.
Los aspectos determinantes que nos ayudarán a lograr emociones positivas y a sentirnos identificados con el proyecto de reforma son:
El espacio.- Del latín, spatium. Es la parte que ocupa un objeto sensible, la capacidad de un lugar y la extensión que contiene la materia existente. Puede decirse que la función principal de un arquitecto es la configuración de espacios arquitectónicos adecuados. Para lograrlo se vale de elementos arquitectónicos que constituyen las partes funcionales o decorativas de la reforma.
La distribución.- La distribución de la vivienda es una decisión muy importante, por lo tanto, necesita de un análisis previo. Uno de los primeros pasos cuando elaborarnos un proyecto es pensar en la distribución y ver si está bien efectuada o por el contrario la podemos mejorar. La cuestión que nos plantearemos a la hora de cambiar la distribución es el uso. Las ventajas que puede conllevar un cambio en la distribución de nuestra vivienda son:
- Un mayor aprovechamiento del espacio
- Mayor luminosidad
- Espacios más diáfanos y abiertos
- Mejor comunicación entre espacios
- Aumentar o disminuir el número de habitaciones
La Luz.- La luz natural y artificial son muy importantes, no solamente desde un punto de vista estético, también tienen un papel fundamental en el estado de ánimo y las actividades de los ocupantes del hogar.
Los colores.- El color resulta fundamental en el diseño y la decoración. Es el que brinda la primera impresión de un espacio cuando ingresamos en él y también modifica sus características y apreciación. Además logra influir en nuestros estados de ánimo y sobre la comodidad que podemos llegar a sentir en un ambiente particular. Todo esto hace que la elección del color de nuestra casa sea algo importante.
La estética.- Del latín aestheticus, que se percibe, que se adquiere por los sentidos. Disciplina que estudia la belleza y los fundamentos filosóficos del arte. Armonía y apariencia agradable a los sentidos desde el punto de vista de la belleza.
La decoración.-Es el arte que estudia la combinación de elementos ornamentales y la acomodación del espacio interior.
Los materiales.- La naturaleza de los materiales empleados en el revestimiento de las superficies de nuestro proyecto de reforma, también ejercen una influencia emocional en las personas que ocupan la vivienda, ya sea por su textura, color, calidez, etc.
De todos los aspectos que hemos descrito, hay algunos que tienen un caracter objetivo, como son el espacio o la luz y otros un caracter más subjetivo como es el color o el estilo.En definitiva, lograr que nuestro proyecto de reforma, cumpla con las expectativas emocionales de nuestro cliente, no será tarea fácil, pues implicará que además de cumplir con los objetivos principales de una reforma satisfaga también los aspectos determinantes en el ámbito emocional.
Redactado por Fernando Antón
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